
Unidad de Análisis de la Información:
Su importancia institucional
I. LA INFORMACIÓN COMO INSUMO
EN EL NIVEL DECISORIO
Los encargados de la gestión de las instituciones
relacionadas con la salud, están enfrentados a una
gran responsabilidad en cuanto a ser capaces de
tomar las decisiones adecuadas en el momento y en
el tiempo precisos.
Deberán para ello contar con las herramientas
necesarias para evaluar los resultados o
consecuencias de esa decisión. Esta tarea se
desarrolla en un marco de inevitable incertidumbre,
por lo cual es necesario contar con métodos que
brinden criterios para poder elegir en forma
justificada, reproducible y evaluable.
En las instituciones de salud existe un nivel político,
encargado de definir los objetivos y tomar las
decisiones necesarias para alcanzarlos. Existe
también un nivel técnico, que tiene la ineludible tarea
de elaborar la información de manera adecuada y
oportuna, a fin de que realmente se constituya en un
insumo básico y efectivo para la elección de un curso
de acción exitoso.
Otro nivel de gran importancia es el operativo. Aquí
se desarrolla lo que se conoce como microgestión.
En la salud, el papel del clínico, del profesional que
trabaja directamente con el usuario es de
fundamental importancia. A este nivel se decide una
parte importante del gasto institucional y es necesario
que también se cuente con las herramientas
adecuadas que apoyen sus decisiones. (1,2)
Relacionando estos niveles (político, técnico,
operativo) debe existir un sistema de información
fluido, que comunique a todos los actores, pensado
para apoyar estratégicamente la toma de decisiones,
es decir pensado desde y para apoyar el logro de los
objetivos estratégicos institucionales.
Es muy importante también la capacitación
permanente del personal que decide, tanto a nivel
político como clínico, para que este proceso decisorio
sea eficiente, tanto desde el punto de vista
económico como de la calidad de atención brindada
al usuario.
Toda institución deberá encuadrarse además, en un
marco general normativo y legal, desarrollando los
mecanismos que le permitan rendir cuentas de su
gestión, en consonancia con las directivas definidas a
nivel gubernamental (macrogestión).
En este proceso y en todos los niveles, la
epidemiología y la bioestadística son disciplinas
fundamentales para guiar y fundamentar la toma de
decisiones.(3) La gestión, como disciplina
administrativa, necesita complementarse con la
epidemiología que le aporta los elementos necesarios
para orientar el cambio. El resultado final apunta al
logro de tres metas: equidad, eficiencia micro-
económica y adecuación macroeconómica.
Llama la atención, desde esta perspectiva, al
observar las distintas instituciones de salud de
nuestro medio, la gran cantidad de administradores
que hay en relación a los pocos epidemiólogos.
La epidemiología, es una ciencia orientada a estudiar
los procesos de salud y enfermedad a nivel de las
poblaciones, aportando herramientas metodológicas
para el estudio de factores de riesgo, factores
causales, impacto de las intervenciones,
cuantificación de eventos, e identificación de patrones
espaciales y temporales.
“La investigación epidemiológica permite identificar
cada situación y perfil de salud y determinar sus
causas, para de esa forma definir las estrategias de
intervención sanitaria más adecuadas al caso”. (4)
Actualmente pueden diferenciarse diversas áreas de
aplicación específica como puede ser la
epidemiología genética, fármaco vigilancia,
epidemiología ambiental, epidemiología clínica,
epidemiología comunitaria, epidemiología en la
administración, entre las más desarrolladas.
En una institución de salud la epidemiología clínica es
una disciplina fundamental para el profesional de la
salud que trabaja a este nivel. Aunque es aquí que