SALUD MILITAR – Vol.24 Nº 1 – Setiembre 2002
ACTUALIZACIONES
AVANCES EN PSICOLOGIA CARDIACA
Eq.May.(Ps) Mabel Lusiardo
Jefe del Servicio de Psicología de la Rehabilitación
Departamento de Psicología del H.C.FF.AA.
INTRODUCCION
La Psicología Cardiaca constituye la rama de la
Psicología de la Salud (American Psychological
Association – APA - División 38) que identifica los
factores de riesgo psicosociales en el desarrollo y
perpetuación de la enfermedad cardiovascular y su
secuela psicológica.
“Los Psicólogos están produciendo una clara
evidencia científica que los factores psicosociales
contribuyen a la enfermedad cardiovascular y están
trabajando con intervenciones que puedan ayudar a
los pacientes a vivir más saludablemente”.
“A pesar de que todavía existe cierto debate, hay un
creciente reconocimiento en la comunidad médica
acerca de la importancia de los factores psicosociales
en la enfermedad cardiovascular”, dice James A.
Blumenthal, Ph.D, Profesor de Psicología Médica
de Duke University Medical Center, Durham, NC.
Actualmente Blumenthal y otros Psicólogos están
utilizando la ciencia para diseñar intervenciones que
ayuden a salvar vidas. Están produciendo una clara
evidencia de que los factores psicosociales, como la
hostilidad, cinismo, rabia, depresión, estrés,
aislamiento social, etc. contribuyen a la enfermedad
cardiovascular. Están demostrando que estos
factores influyen en el desarrollo de la enfermedad
tanto directa como indirectamente, mediante
mecanismos patofisiológicos y hábitos malsanos,
tales como el tabaquismo, dietas grasas y ejercicio
insuficiente.
VINCULO ENTRE:
FACTORES PSICOSOCIALES
Y ENFERMEDAD CARDIACA
Las especulaciones entre la relación de factores
psicosociales y enfermedad coronaria, son tan
antiguas como la Medicina misma.
En 1628, William Harvey, describió por primera vez el
sistema circulatorio y observó cómo las emociones
afectaban el corazón.
En 1897, William Osler, frecuentemente llamado el
Padre de la Medicina Interna, describió al paciente
típico con enfermedad cardiaca “como una persona
competitiva y ambiciosa, indicadores de cuya
máquina está siempre acelerada de antemano”.
En los años 50, los Cardiólogos Meyer Friedman, y
Ray Rosenman, empezaron a trabajar conectando los
rasgos de la Personalidad Tipo A – hostilidad flotante,
impaciencia, competitividad e inseguridad -, con la
enfermedad cardiaca.
Independiente de esta larga historia, todavía la
controversia persiste en ámbitos médicos. En años
recientes, la emoción de la ira en particular, atrajo un
gran interés de los investigadores. En un estudio
prospectivo publicado en “Circulation” (Vol.101,
No.17) el año pasado, se utilizó un Cuestionario para
evaluar la “ira- rasgo” - una propensión a frecuentes,
intensos y duraderos estados de furia.
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https://doi.org/10.35954/SM2002.24.1.6
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Numerosos estudios han demostrado una asociación
positiva entre la ira y los ataques cardíacos o muerte
súbita (Janice E.Williams,Ph.D – Universidad de
North Carolina en Chapel Hill).
Luego de un período de seguimiento de 4 años y
medio, Williams y sus colegas verificaron si los
participantes habían sufrido un ataque cardíaco u
otros problemas cardiovasculares. Los resultados
fueron sorprendentes. Entre las personas con presión
arterial normal, aquellos con elevados scores en la
Escala de ira tuvieron una probabilidad 3 veces
mayor de sufrir ataques cardíacos o muerte cardiaca
súbita, comparados con aquellos con puntajes bajos.
“Este y otros estudios han demostrado la asociación
positiva ente la ira y los ataques cardíacos o muerte
cardiaca súbita. La implicación es que los individuos
proclives a la ira pueden beneficiarse de un
entrenamiento de manejo de la misma”, dice Williams.
Otros Psicólogos también se han vuelto permanentes
en el campo cardíaco, compartiendo su experiencia
de los factores psicosociales. Karen A. Matthews,
Ph.D, Profesor en la Universidad de Pittsburg y sus
colegas, examinaron el rol que la hostilidad, - definida
como un rasgo de personalidad caracterizada por el
cinismo, desconfianza, rabia y agresión -, juega en la
predisposición de la gente joven para la enfermedad
cardiovascular.
“Nuestro estudio nos permite predecir
tempranamente a los individuos que tienen mayor
riesgo a lo largo de su vida. Desde un punto de vista
preventivo, esto es muy útil, ya que identificar
tempranamente a las personas, permite diseñar
intervenciones preventivas para retrasar el desarrollo
futuro de enfermedades coronarias, plantea
Matthews.
Los Psicólogos también están estudiando las formas
en que los factores psicosociales pueden exacerbar
los problemas en las personas que ya padecen
enfermedad cardiaca. Tanto el estrés mental crónico
y agudo, puede afectar negativamente a los pacientes
con enfermedad cardiaca. Por eso el manejo del
estrés, es un componente adicional apropiado en los
Programas de Rehabilitación para estos pacientes.
Los investigadores encontraron que los factores
psicosociales también influyen en la recuperación de
ataques cardíacos y en otros problemas
cardiovasculares. Los pacientes deprimidos tienen
una probabilidad 3 veces mayor de morir durante el
año siguiente de su ataque cardíaco, que aquellos no
deprimidos, independiente de la severidad de su
ataque cardíaco inicial.
Este estudio de Nancy Frasure-Smith, Ph.D,
Profesora de McGill University School of Medicine at
the Montreal Heart Institute, publicado en
Psychosomatic Medicine en 1999 (Vol. 61, No.26),
también identificó sorprendentes diferencias en el
género. El 50 % de las mujeres presentaron una
depresión postinfarto comparadas con el 25% de los
hombres (probabilidad dos veces mayor), a pesar de
que la frecuencia de muerte es la misma en ambos
sexos.
El apoyo social puede influir en qué pacientes
deprimidos morirán. Frasure-Smith encontró en un
estudio publicado en Circulation (Vol.101, No.16) el
año pasado, que el impacto de la depresión en la
sobrevivencia era mediatizado por el apoyo social
percibido por el paciente. Pacientes deprimidos que
percibían no recibir un apoyo social adecuado, tenían
los índices más elevados de mortandad. En
contraste, pacientes deprimidos que informaban
recibir apoyo social satisfactorio, tenían la misma
frecuencia de muerte que los no deprimidos.
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SALUD MILITAR – Vol.24 Nº 1 – Julio 2002
INTERVENCION PARA
LA SALUD DE LOS PACIENTES
Ahora que los investigadores tienen información
relevante sobre la relación causal entre los factores
psicosociales y la enfermedad cardiovascular, el
próximo paso será evaluar si las intervenciones
diseñadas para influir en dichos factores pueden
prevenir o mejorar el pronóstico de la enfermedad
cardiaca.
Los investigadores han venido trabajando en esta
área durante años y han desarrollado importante
evidencia de que tales intervenciones no solamente
aumentan la calidad de vida de los pacientes, sino
que también mejoran dramáticamente su salud física.
En el “Recurrent Coronary Prevention Project”,
los pacientes reciben asistencia médica de rutina,
sesiones grupales de asesoramiento sobre
factores de riesgo cardíaco, y/ o psicoterapia
grupal diseñada para modificar el
Comportamiento Tipo A.
En el “Lifestyle Heart Trial”, los pacientes
concurren a un Programa riguroso de
modificación del Estilo de vida, que incluye
terapia de grupo, meditación, yoga, así como
ejercicios y una dieta baja en grasas.
En el “Project New Life”, los pacientes reciben
asistencia médica de rutina, terapia de grupo
cognitivo-conductual. Los pacientes comienzan
con terapia individual y luego progresan hacia la
terapia grupal.
En los últimos 15 años, Robert Allan, Ph.D.,
Profesor en el Weill Medical College of Cornell
University in New York City, ha estado ofreciendo
educación, información, terapia individual y
grupal a pacientes cardíacos. Un mensaje
importante que les da es:
“ SI TIENEN UNA HISTORIA FAMILIAR MALA,
VIVAN DIFERENTE QUE SU FAMILIA”.
Mientras algunos pacientes necesitan ayuda para
reducir su riesgo de problemas cardíacos futuros,
otros necesitan psicoterapia individual y/o grupal.
Enojarse es el NO. La ira puede desencadenar un
ataque cardíaco y muerte súbita. Allan les enseña a
sus pacientes una estrategia para manejarla
protegidamente: aprenden a controlar sus
explosiones de ira y luego a reencuadrar la situación.
Tienen que identificar la situación que los enoja, y en
lugar de verse como víctimas de injusticia, tendrán
que considerar la situación de una forma menos
personal. También les enseña técnicas de relajación.
La función de los Psicólogos Rehabilitadores es
potencialmente muy importante en los resultados
médicos. Pero, no solamente los pacientes necesitan
intervención, sino que también los médicos, nurses,
enfermeras, etc. que trabajan con estos pacientes.
Estos necesitan reemplazar cada vez más, su énfasis
habitual en la recuperación para centrarse más en las
habilidades de afrontamiento (“coping skills”), y,
aprender a satisfacer las necesidades psicosociales
de sus pacientes.
COLABORACION
CON LOS CARDIOLOGOS
Uno de los más entusiastas partidarios de la
Psicología Cardiaca es Jeffrey Fisher, MD, Profesor
del Weill Medical College, y colega de Allan. El Dr.
Fisher plantea que muchos cardiólogos ignoran el rol
que juegan las emociones en la enfermedad y su
recuperación. Muchos pacientes así como Médicos,
son presos del estigma social todavía asociado con la
búsqueda de tratamiento psicológico, por lo que
aquellos no reciben el mejor tratamiento que
necesitan.
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AVANCES EN PSICOLOGIA CARDIACA
Eq.May.(Ps) Mabel Lusiardo
En lugar de tratar la enfermedad cardiovascular
desde una perspectiva estrictamente médica, Fisher
afirma que los cardiólogos deben trabajar con los
psicólogos para abarcar tanto los aspectos físicos
como psicológicos propios de la enfermedad.
BLUMENTHAL JA. Cardiology journal. Circulation;
1999; Vol. 99; Nº 16.
BLUMENTHAL JA, JIANG W, BABYAK NA, KRANTZ
DS, FRID DJ, COLEMAN R E, WANGH R, HANSON
M, APPELBAUM M, O`CONNOR C, MORRIS JJ.
Stress management and exercise training in cardiac
patients with myocardial ischemia. Arch Int Med 1997;
157: 2213 – 2223.
“Los Psicólogos deberían estar involucrados en todos
los aspectos de la medicina, ya sea ayudando a las
personas a lidiar con su estrés o ayudándolas a
adherirse a tratamientos médicos. Necesitamos
darnos cuenta que la mente es una gran e
importante parte de nuestro bienestar , dice Fisher.
CLAY R. Monitor on psychology.
2001; 32: 42-49
JONES DA, WEST RR. Psychological rehabilitation
after myoocardial infarction: muilticontre randomised
controlled trial. BMJ 1996; 313: 1517 – 21.
Para los psicólogos, la mejor forma de empezar es
trabajar junto a los cardiólogos y manejar el lenguaje
técnico. Integrarse en el equipo de salud visitando
en las rondas habituales a los pacientes cardíacos
internados. Esta es la forma de “colocar el pie en la
puerta”.
KUBSANSKI LD, KAWACHI I, WEISS S T,
SPANOW D. Anxiety and coronary heart disease: a
synthesis of epidemiological, psychological and
experimental evidence. Ann Behav Med 1998; 20: 47-
58.
Los psicólogos y cardiólogos, no son los únicos que
se benefician de este trabajo conjunto. En realidad,
los pacientes son los últimos beneficiarios de la
colaboración entre la Psicología y la Cardiología,
dado el costo/ beneficio de tales intervenciones.
LINDEN W, STOSSEL C, MAURICE J. Psychosocial
interventions in patients with coronary artery disease:
a meta – analysis. Arch Intern Med 1996;156:745–52
Cada médico sabe instintivamente de la enorme
influencia que la psique tiene en el bienestar y
funcionamiento humano. La oportunidad de
colaboración entre la Cardiología y la Psicología en el
trabajo habitual hospitalario, deberá aprovecharse
para mejorar la habilidad de los profesionales de la
salud para sanar y mejorar la calidad de vida de los
pacientes cardíacos.
ROZANSKI A, BLUMENTHAL JA, KAPLAN J. Impact
of psychological factors on the pathogenesis of
cardiovascular disease and implications for therapy.
Circulation 1999; 99: 2192 – 2217.
SCHLESINGER, Z. An interdisciplinary approach to
cardiac rehabilitation, Heart Lung, 12: 336. 1983
WASSERFUL, SMOLLER S, APPLEGATE WB,
BARGE K, CHANG CJ, DAVIS BR, GRIMM R JR et
al. Change in depression as a precursor of
cardiovascular events. Arch Intern Med 1996; 156:
553 – 61.
BIBLIOGRAFIA:
ALLAN R, SHEIDT S. Heart and Mind. The
practice of Cardiac Psychology. American
Psychological Association; 1996 – USA.
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